
Si tienes complicaciones en los riñones, una dieta baja en potasio puede salvarlo de consecuencias graves para tu sistema circulatorio y, por ende, para tu vida.
El potasio es un elemento muy importante para nuestra salud por su apoyo en acciones como el control de nuestra presión sanguínea, la contracción de los músculos (incluyendo al corazón) y el sostener el buen ritmo cardíaco.
Pero este amigo puede transformarse en una amenaza cuando hay complicaciones en los riñones que les impiden filtrarlo bien, por lo que se acumulará en la sangre, donde si alcanza niveles peligrosos provocará irregularidades en los latidos de tu corazón e incluso el letal infarto al miocardio.

Entonces, ¿qué haremos para prevenir esto? Simple: seguir una dieta baja en potasio que contenga el nivel de este nutriente en nuestro cuerpo.
Pero ojo: no lo hagas sólo porque te parezca bacán. Sólo un médico especialista puede recomendarte seguir esta dieta. Según los análisis de sangre que te realice, te dirá cuál es el nivel máximo de potasio a consumir diariamente.

¿Cómo saber, entonces, qué alimentos debo consumir en este caso? Procuraremos consumir alimentos sin mucho potasio, esto es, aquellos que no contengan más de 200 gramos de este nutriente por porción.
Entre los alimentos recomendados para la dieta baja en potasio están frutas como las manzanas, peras y fresas; vegetales como el apio, la zanahoria, la lechuga y los pepinos; cereales como el arroz y el pan; algunas carnes cocidas por su valor proteínico, entre otros.
Convendrá, además, reducir los alimentos que sobrepasan el límite de 200 gramos de potasio por porción, así como la sal. Revisa siempre las tablas de contenido nutricional de los alimentos, y cíñete bien a las recomendaciones de tu médico. Puedes revisar aquí más información sobre los alimentos a consumir y a evitar en estos casos.
En esta web seguiremos brindándote más consejos para tu dieta baja en potasio.