Está clarísimo que una rutina de ejercicio HIIT, bien realizada, es fantástica. Nos permiten bajar de peso utilizando una pequeña fracción de nuestro tiempo, con ejercicios relativamente simples y aún sin necesidad de gastar. ¿Suena genial, cierto?
Sólo hay un pequeño problema: no todos podemos hacerlas. Suena duro, pero es cierto.
Ocurre que podemos tener ciertos problemas en nuestra condición física que nos descartan para realizar estas buenísimas pero harto exigentes actividades físicas. Presta atención, pues la siguiente lista muestra los casos más comunes en que debemos evitar lanzarnos a hacer HIIT:
-Personas sedentarias iniciándose en el ejercicio: Si tu cuerpo no está acostumbrado a exigencias rígidas, ocurrirá que no podrás resistir el impacto. Tus articulaciones, tendones y músculos en general podrían pagarlo caro.
En este caso, lo ideal es comenzar con rutinas de baja intensidad.
Todo esto se aplica también si has pasado un buen tiempo sin hacer actividad física.
-Personas siguiendo dietas hipocalóricas: Estos ejercicios requieren una buena cantidad de energía, en buena parte gracias al glucógeno. Si necesitas hacer esta útil dieta, no te arriesgues por ejercicios muy exigentes: esa falta de glucógeno puede causarte problemas como mareos y desmayos al intentarlos.
-Personas con sobrepeso: Si tratas de hacer una rutina de ejercicio HIIT pero tu peso está muy por encima de lo adecuado, tus articulaciones estarán en peligro. Lo mejor sería empezar por reducir peso de una forma menos chocante.
-Personas con problemas musculares o articulares: Recordemos que una rutina HIIT incluirá picos de alta intensidad, en los que las articulaciones y tendones serán muy exigidos. En estos casos, se recomienda consultar con un médico especialista sobre los ejercicios que podrían realizarse.
-Personas con enfermedades cardiovasculares: La presión se eleva mucho durante los picos de intensidad; esto puede aumentar el riesgo de un problema peor. Como en el caso anterior, consulta con el médico; y si puedes hacer rutinas HIIT, procura que sea bajo un especialista.
En todo caso, no olvides consultar con un médico para estar seguro de si puedes hacer HIIT o no, pues cada cuerpo es diferente; y si no puedes hacerlo por el momento, puedes ver otras formas de ejercitarte y bajar de peso (como el entrenamiento constante de bajo impacto), recordando que a veces es mejor ir lento, pero seguro. ¡No te desanimes, pues siempre hay una opción!