Quizá el dulce sabor de esta jugosa y roja fruta ya te hizo su hincha, pero conocer los beneficios de la sandía hará que te guste más. Conoce por qué es una importante opción en nuestras dietas para bajar de peso y para muchos otros objetivos relacionados a una buena salud.
Algo que hay que destacar de la sandía es su bajísimo contenido calórico: tan solo 30 calorías por cada 100 gramos de ella. Esto la hace ideal, por ejemplo, para una dieta hipocalórica.
La sandía también nos ayudará a mantener latente nuestra fuerza de voluntad en la dieta: gracias a su contenido de fibra y agua nos ayudará a sentirnos saciados, por lo que resulta excelente como aperitivo. Pero su contenido de fibra (0,4 g por cada 100 g de sandía) también ayuda a nuestro sistema digestivo, desintoxicando el colon y facilitando el tránsito intestinal.
Lo siguiente es sorprendente: pese a su bajo contenido de calorías, la sandía es una gran energizante. ¿Cómo así? Gracias a la presencia de dos sustancias importantes: la vitamina B6, que el cuerpo usa para sintetizar la dopamina, que ayuda a mejorar nuestro ánimo; y el magnesio, mineral que aporta a la función celular y, por ende, a nuestra energía diaria. Gracias a esto, una porción diaria de sandía puede otorgarnos ¡hasta 23% de energía adicional!
Un componente interesante de la sandía es un aminoácido llamado citrulina, que sirve como diurético pues ayuda a expulsar el exceso de agua y toxinas mediante la orina; esta misma citrulina se convierte en arginina, que ayuda a expulsar el amoníaco del cuerpo, eleva el óxido nítrico y mejora el flujo sanguíneo, siendo genial para bajar la presión elevada.
¿Qué más podemos encontrar entre los beneficios de la sandía? Pues bien, su alto contenido en antioxidantes nos ayuda a prevenir la temida inflamación crónica; la presencia de licopena reduce el riesgo de daños de la piel causados por el sol en un 40%, algo que también la hace muy buena para retrasar el envejecimiento; el potasio que presenta ayuda a prevenir lesiones y a eliminar toxinas de los riñones al controlar el ácido úrico; y sus minerales alcalinos ayudan a eliminar el exceso de ácidos, beneficiando a quienes sufren de gota, artritis, reuma o ciática.
La acción energizante de la sandía, combinada con su aporte de fibra y bajo contenido de calorías, la hacen excelente como un bocado nutritivo previo a una ardua sesión de esfuerzo físico, como cuando practicamos un deporte o hacemos ejercicios para adelgazar.
Pero cuidado: que la sandía sea tan buena no la hace sustituto de la mayoría de tus alimentos. Existen muchas «dietas de la sandía», supuestamente milagrosas, que aconsejan un consumo exagerado de ésta. Recuerda que todo en exceso es malo y que no todo lo que brilla es oro.
¿Maravillado por los beneficios de la sandía? Pues… ¡a disfrutarla!
Atento: traeremos más sobre los beneficios de la sandía y de otras grandiosas frutas.