Ignora las apariencias: las propiedades de las habas le abren un mundo de posibilidades a tu salud con el consumo de este interesante vegetal. Objetivos como bajar de peso, energizarte y reforzar tu sistema nervioso pueden ser más sencillos si le prestamos más atención a esta legumbre tan abundante en nuestro país.
Las habas tienen una acción eficaz sobre las grasas del cuerpo. Poseen una gran cantidad de fibra (25 g por cada 100 gr), que apoya al tránsito intestinal, pero también a la vesícula para que produzca bilis para la emulsión de las grasas, con la cual estas no son absorbidas totalmente. Con esta fibra, además, prevenimos males como el estreñimiento.
Si añadimos a esto su escasa cantidad de grasa (0.86 g por cada 100 g) y su capacidad de expulsar el colesterol malo del organismo, este alimento se vuelve una opción irresistible para incluir en una dieta para bajar de peso, muy particularmente en aquellas bajas en colesterol.
Las habas también poseen abundante fibra insoluble, que controla la acción de muchas sustancias que influyen en la subida de peso, como las grasas y los azúcares.
Pero además de adelgazante, este es un alimento muy balanceado y potencia aspectos importantes de nuestra vida diaria. Es una buena fuente de carbohidratos y proteínas vegetales de gran valor, sirviendo como un gran energizante, especialmente para aquellas personas que realizan grandes esfuerzos físicos, como los deportistas. El hierro también lo hace un arma contra la anemia.
Gracias a otro mineral en las habas, el fósforo, reforzarás piel y huesos, y cuidarás el cerebro. Con el calcio protegerás tu sistema cardiovascular.
La vitamina B1 de las habas incentiva al sistema nervioso, combatiendo problemas como el estrés y la depresión. Su contenido en lecitina y colina te será de apoyo cuando realices esfuerzos intelectuales. En este vegetal también encontrarás aminoácidos del tipo dopamina, que mejorarán tu estado de ánimo.
Las habas también son diuréticas: gracias a su potasio, podrás eliminar con eficacia muchos líquidos y toxinas retenidos en tu organismo.
Para aprovechar al máximo las propiedades de las habas, puedes acostumbrarte a consumir unos 70 gramos de habas cocidas o 30 de habas crudas, de forma que no añades demasiadas calorías a tu dieta. También puedes comerlas en ensaladas, guisos, cremas, e incluso hasta en extractos.
Recuerda, eso sí, dos cosas: lo mejor es cocinarlas en olla a presión, pues así aprovecharás la mayor parte de sus vitaminas. Y si tienes problemas intestinales, mejor abstente de consumirlas.