El método Gibala (también llamado método Little-Gibala) se presenta como una alternativa por si no te sientes cómodo con los métodos HIIT que exigen dar una gran intensidad con relativamente poco descanso.
Y es que los métodos en cuestión fueron creados pensando en los deportistas de élite. Los doctores Jonathan Little y Martin Gibala, en cambio, buscaron un método para un público más amplio: los deportistas no profesionales. El objetivo es el mismo: quemar grasas en poco tiempo, pero aumentando los tiempos de picos de intensidad e igualándolos con los tiempos de recuperación.
De esta forma, concibieron un régimen compuesto de entre 8 a 12 series de ejercicios, de 60 segundos cada uno, y a una intensidad de entre 80-90% del consumo máximo de oxígeno (Vo2); cada serie es seguida de 75 segundos de descanso activo.
¿Efectivo? Sí, pero también sumamente exigente. Esta versión original puede traer grandes beneficios, especialmente en lo referido a quemar grasas, pero también puede causar problemas en las personas que recién se adentran en este tipo de ejercicios.
Pensando en esto, el mismo Gibala presentó en 2011 una versión modificada del régimen: diez series de 60 segundos de ejercicio intenso, cada una seguida por 60 segundos de recuperación.
Esta forma modificada del método Gibala ofrece muchas ventajas: una persona que se inicia en ejercicios de alta intensidad tendrá más facilidad para emplear este método que otros más clásicos, pues no exige capacidades musculares o respiratorias tan grandes como aquellos; por esta razón, es también genial si queremos prepararnos para variantes más intensas del HIIT.
Es más, puedes realizar este programa si no te has ejercitado con frecuencia durante cerca de un año.
Además, existen estudios científicos que respaldan la noción de que incrementando los tiempos de recuperación logramos incrementar también nuestra resistencia muscular.
Por otro lado, la gran cantidad de trabajo muscular y exigencia de consumo de oxígeno de la versión original favorece mucho la quema de grasas, aún luego del ejercicio, por lo que es ideal para bajar de peso pero, como ya se adelantó, necesita cierto acondicionamiento al ejercicio.
Cualquiera de estas dos versiones del método puede hacerse virtualmente con cualquier ejercicio cardiovascular, incluso los que no requieren de máquinas; y deberá hacerse de preferencia unas tres veces por semana, dejando un día de descanso entre los de entrenamiento.
Cualquiera sea tu condición física actual o tus objetivos, y si necesitas una rutina HIIT que de resultados sin demasiado estrés, el método Gibala es uno que no puedes dejar de considerar. Si ya te decidiste, escoge la variante de éste que se acondicione más a ti.