Hay una gran discusión en torno a si la leche engorda o no. Puede parecer extraño referirse así a una bebida siempre considerada saludable y tan presente en la etapa de formación, pero las calorías y composición de esta no dejan de causar dudas a quienes quieren bajar de peso. Aquí trataremos de esclarecer esas dudas.
Una de las cosas que más preocupa, como dijimos, es el alto contenido calórico: en 200 mililitros de leche entera hay unas 116 calorías; la mayoría de estas provienen de las grasas (entre 3,5-4% de la leche), en su mayoría saturadas. La cantidad de grasas insaturadas es muchísimo menor.
Las grasas saturadas presentes en la leche entera no ayudan precisamente para bajar de peso, pues permiten que este se incremente, sobre todo en el abdomen.
Toda esta situación, sin embargo, cambia mientras menos nata tenga la leche a consumir: un vaso de 200 ml de leche semidescremada tendrá 92 calorías y entre 1,5 a 2% de grasa; y uno de leche desnatada o baja en grasas, 64 calorías y menos de 0,5% de grasa. Reduciendo la nata, básicamente una emulsión de grasa en agua, puede reducirse también el impacto en la figura.
Por otro lado, la leche contiene una serie de nutrientes que no varía tanto entre sus distintas presentaciones: tal es el caso de sus carbohidratos y proteínas, presentes en una cantidad importante, ambos fuentes importantes de energía.
Si bien se teme del potencial de los carbohidratos para aumentar el peso, el índice glucémico de la leche es bajo (30). Y es que las proteínas hacen más lenta la absorción de los azúcares, incluyendo a la lactosa que es el principal carbohidrato de la leche.
Hay, además, un componente muy destacado cuando hablamos de leche: el calcio. Este mineral, además de reforzar los huesos, también ayuda a destruir grasas acumuladas. Los expertos afirman que el calcio de alimentos como la leche es más efectivo para esta labor que el de los suplementos.
¿Cómo respondemos a la pregunta, entonces, de si la leche engorda? Por un lado, nos trae beneficios, incluso algunos referidos al adelgazamiento. Por otro, contiene elementos que no son precisamente beneficiosos, aunque esto puede variar.
Diremos entonces, que no engordará siempre que consumas una variedad baja en grasas y con moderación.
Consume la variedad de leche (semidescremada, deslactosada) que se ajuste mejor al plan de tu dieta (cantidad de calorías y nutrientes). Se recomienda también consumirla hasta dos veces al día y en raciones moderadas, calculando calorías y otros factores.
Otro factor importante será lo que le agregues: es obvio que la cantidad de calorías/grasas se disparará si le añades cosas ricas en estas, como azúcar, miel, crema, cacao, etc. Si puedes usar endulzantes alternativos, como la stevia, o café.