Si el potasio se nos sale de control, podemos dar una vuelta de tuerca a la situación consumiendo más alimentos bajos en potasio, salvando a nuestro corazón de un terrible peligro.
En este artículo veremos en detalle los distintos tipos de alimentos que debemos emplear en nuestra dieta, por su bajo contenido en este mineral, pero también los alimentos que debemos evitar por su abundancia en este.
Recuerda que los alimentos bajos en potasio tienen menos de 200 gramos de este nutriente por porción; y que sólo una recomendación médica bien hecha te dirá cuando y como realizar esta dieta baja en potasio.
A continuación, algunas recomendaciones alimenticias:
–Frutas: Las manzanas, uvas, melocotones, peras, fresas, piña, mandarinas y sandía pueden ser consumidas con total tranquilidad, siempre que no se pase de las porciones indicadas: media taza de ellas contiene menos de 150 miligramos de potasio, y la cantidad máxima a beber de sus jugos será de media taza también.
Esquiva, sin embargo, los plátanos, naranjas, melones, mangos, papayas, ciruelas, albaricoques, palta y frutas secas.
-Verduras: Principalmente aquellas bajas en almidón, como las zanahorias, los espárragos, el apio, la coliflor, las cebollas, el nabo, los pepinos, el perejil, el pimiento, el rábano y los champiñones.
En cambio, las menos recomendadas por su alta cantidad de potasio incluyen las papas, los camotes, el tomate, la calabaza, la col china, las lentejas, los frejoles y los garbanzos.
-Cereales: Los alimentos como fideos y pastas hechos a base de cereales integrales aportan escaso potasio, pudiendo entrar en la dieta. El arroz y los panes y tartas en general (si estos últimos no están hechos de granos enteros ni llevan cosas ricas en potasio) también pueden consumirse.
Aléjate, por otro lado, de la granola y del salvado de cereales.
-Proteínas: Aunque hay alimentos ricos en proteínas y potasio al mismo tiempo, no se puede excluir este grupo alimenticio de ninguna dieta. Pueden consumirse ciertas carnes, como res, pescado, huevos, pollo, pavo o cerdo (menos de 100 mg de potasio por onza cocida); o quesos en específico como el cheddar, el provolone, el mozzarella y el gouda (menos de 50 mg de potasio por onza). Aquí convendrá elegir el tipo de fuente proteínica y la proporción en que se incluirá según las recomendaciones del doctor.
De todos modos, la soya, las legumbres secas, las nueces, el tofú, las semillas, el chocolate y la mayoría de lácteos deben evitarse.
También es conveniente reducir el consumo de sal para controlar mejor la presión sanguínea.
Sea cual fuere el caso, no olvides que sólo un médico especializado puede decirte si las complicaciones en los riñones ameritan seguir una dieta baja en potasio y darte una idea más clara de la proporción en que consumirás cada grupo alimenticio.