Cuando observamos los alimentos de la dieta mediterránea nos damos con muchas sorpresas agradables, pues son deliciosos, saludables y muy versátiles para realizar diferentes platillos.
Estos alimentos, abundantes y muy consumidos en la zona mediterránea (de ahí el nombre de la dieta), son principalmente aquellos ricos en fibra, antioxidantes, vitaminas como las del complejo B, y los que contienen hidratos de carbono complejos y ácidos grasos insaturados; brindando un régimen balanceado y saludable para sistemas como el cardiovascular y el hepático.
Por otro lado, la dieta evita los alimentos abundantes en grasas saturadas, azúcares y carbohidratos simples.
Los alimentos de la dieta mediterránea son organizados en una tabla piramidal, que coloca como base a los alimentos de su consumo diario (legumbres, frutas, hortalizas, lácteos sin grasa y aceite de oliva), subiendo hacia los de regularidad semanal (huevos, pescados, carnes blancas) y rematando en los de consumo ocasional (dulces, carnes rojas). Nótese cómo, sosteniendo toda la pirámide, encontramos el ejercicio diario.
Revisemos algunos de los alimentos de la dieta mediterránea más recomendados y deliciosos:
-Aceite de oliva: Es un pilar de la dieta mediterránea pues contiene el ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado que aumenta los niveles de colesterol bueno (HDL) en perjuicio del colesterol malo (LDL). Posee también importantes cantidades de vitamina E y carotenoides. Úsalo para aderezar y cocinar en vez de las mantecas y los aceites ricos en grasas saturadas.
-Pan de trigo: Aporta importantes cantidades de fibra y energía. Algunos recomiendan sobre todo el pan integral, por su mayor contenido de fibra y menor riesgo de perder nutrientes en el procesado. Los expertos recomiendan 30 gramos diarios de pan.
-Tomate: Resalta su contenido de vitamina C, biflavonoides y antioxidantes. Es muy útil para combinar colores en tus vegetales y así adquirir muchos fitonutrientes.
-Lácteos bajos en grasa: Los más usuales son el queso y el yogurt. Restablecen la flora intestinal, apoyando a la nutrición; aportan calcio para los huesos y vitamina B12 para el sistema nervioso. Se recomiendan 2 raciones diarias.
-Uvas: Útiles por su gran contenido en bioflavonoides, que protegen el sistema cardiovascular.
-Naranjas: Ricas en vitaminas C y B1, así como en calcio y potasio.
-Cereales como el arroz y los fideos: Aportan también mucha fibra. Consume entre 60-80 gramos diarios.
-Cebollas y ajos: La cebolla cruda previene los coágulos sanguíneos; el ajo sirve contra las infecciones y para dilatar los vasos sanguíneos. Como aderezos permiten obtener sabores variados y prescindir de la sal.
-Garbanzos: Gran fuente energética por su contenido de carbohidratos; aportan además fibra, magnesio y hierro.
-Frutos secos: Ricos en ácidos grasos insaturados que cuidan el sistema cardiovascular. Consúmelos diaria y moderadamente.
-Pescados: Aportan muchas proteínas. Se recomienda entre 2 a 3 veces por semana.
-Huevos: Entre 2 y 4 veces a la semana podremos aprovechar sus beneficios.
No tengas miedo de satisfacer tu paladar mientras te cuidas con firmeza. ¡Se creativo!