¿Para qué nos sirve una dieta de mantenimiento? Para mantener, como lo dice, nuestro peso ideal, luego de haberlo alcanzado con la ayuda de una dieta para adelgazar. Porque, como verás, no es algo automático.
Ya sabemos que estar en forma es un compromiso irrenunciable con nuestro cuerpo y nuestra salud. Pero no confundir: no significa que debemos permanecer con una dieta para siempre. Las dietas para adelgazar nos restringen algunos grupos de alimentos, pero el cuerpo nos los pedirá luego porque todos son necesarios para vivir. Por eso, toda dieta tendrá un tiempo límite, en el cual lograremos nuestros objetivos de bajar peso.
Pero, ¿qué pasará después? Durante la dieta, nuestro cuerpo acumuló reservas de grasa para prevenir carencias; luego, activa esas reservas para volver a su peso, devolviéndonos los kilos que perdimos. Este es el efecto rebote, el cual se da aún más rápido en las “dietas” excesivas.
Aquí entra en acción la dieta de mantenimiento. Pero tranquilos: no funciona igual que una dieta para adelgazar. Aquí la meta es reincorporar grupos alimenticios a nuestro consumo, en lugar de restringirlos, para acondicionar nuestro cuerpo a un nuevo peso “normal”. No se trata tanto de restricciones sino de alimentarnos sana y equilibradamente.
En vez de prohibirnos tipos de comida, los incorporamos de a pocos. Al principio, la alimentación será algo estricta, pero luego se irán sumando los distintos grupos alimenticios: el fin es nutrirnos con las suficientes vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos, de forma variada y en la proporción correcta para evitar el efecto rebote. Debemos, sin embargo, evitar las comidas altas en grasa y azúcar, así como las bebidas alcohólicas.
Ahora que sabemos esto, debemos buscar los alimentos y las formas de comer que nos ayuden mejor a mantener nuestro peso de forma sana y con todos los nutrientes que necesitamos.
¿Cuáles son? Aquí te daremos algunos buenos ejemplos de alimentos y hábitos a seguir para una buena dieta de mantenimiento y huir del efecto rebote.