¿Sabías que puedes comer fresa para adelgazar? Sí: esta pequeña y dulcísima fruta cuenta con una serie de nutrientes y compuestos que la convierten en un arma poderosa para reducir grasas, eliminar toxinas y prevenir malestares; pero también en ese delicioso gustito que necesitabas en tu dieta para bajar de peso.
Una de las acciones clave en la eficacia de la fresa para adelgazar es la reducción del colesterol malo en tu cuerpo. La fresa logra esto gracias a su contenido de vitamina C (abundante en esta fruta), pectina y lecitina.
Estas tres sustancias poseen la capacidad de controlar la presencia del colesterol en la sangre, algo que también beneficiará al sistema circulatorio, evitando problemas a las arterias y al corazón.
La fibra también es aliada para eliminar el colesterol malo del cuerpo.
Otra acción clave es la de aceleración del metabolismo, permitiéndote quemar grasa más rápido. Aquí también interviene la vitamina C, pues su acción antioxidante mejora el metabolismo. El mismo rol cumplen los demás antioxidantes de la fresa, como la vitamina E y las antociaminas.
Estos mismos antioxidantes también ayudarán a retrasar el envejecimiento y a combatir la aparición de radicales libres causantes de males que pueden incluir el cáncer.
La fibra de la fresa también ayuda a bajar de peso gracias a su capacidad para absorber mejor los carbohidratos, depurar sustancias tóxicas en beneficio del sistema digestivo, y regular la glucosa en la sangre.
La fresa puede realizar esto sin mayor problema, pues en 100 gramos de ella hallaremos tan sólo 34.5 calorías, 4.89 g de azúcares y 0.3 g de grasas.
Pero eso no es todo lo que la fresa nos aporta: su contenido de potasio la hace un eficaz diurético, su hierro ayuda a producir hemoglobina, su ácido fólico ayuda a las embarazadas a prevenir problemas congénitos, y un largo etcétera.
Las fresas pueden consumirse en virtualmente cualquier momento del día, y de diferentes formas, como ensaladas de frutas, licuados, zumos, yogurt, entre otras. De preferencia evita endulzarlas con azúcar: alternativas como la miel son buenas.
No olvides, sin embargo, moderarte en su consumo pues su exceso si puede traerte desequilibrios digestivos. Por esa misma razón es que debes ignorar las exageradas y nocivas «dietas de la fresa». ¡¡Balancea tu alimentación!!