Cuando se habla de bajar de peso, las dietas hipocalóricas están sin duda entre las más efectivas y recomendadas. Poseen un enfoque simple: minimizar las calorías presentes en nuestro consumo diario, sin deshacernos de ningún grupo alimenticio.
El objetivo es que, reduciendo las calorías en nuestro cuerpo a un nivel prudencial, éste quemará nuestras reservas de grasa, haciéndonos bajar de peso.
Pero antes de revisar este tipo de dieta, debemos advertir que hay muchas dietas rondando por ahí con el rótulo de “hipocalóricas”, que si revisamos minuciosamente demuestran ser harto restrictivas y difíciles de seguir.
No creas todo lo que te dicen. Las dietas hipocalóricas no necesitan prohibiciones extremas: comer bajo en calorías implica también comer balanceado para evitar peligrosas carencias. Además, no hay dieta milagrosa: todo conlleva un tiempo adecuado para funcionar; por tanto, si algo suena demasiado bueno, ten cuidado. Y para seguir una dieta hipocalórica, consulta primero con un médico, pues reducir las calorías a límites insostenibles puede ser mortal.
Habiendo aclarado esto, conozcamos los alimentos que incluiremos en las dietas hipocalóricas.
Será clave priorizar los alimentos naturales, como frutas y verduras. Sin embargo, esto no quiere decir que debes abandonar el resto de alimentos. Basta reducir su proporción a un nivel más moderado. Lo que hace tan buenos a los vegetales es su bajo aporte calórico combinado con su alto aporte nutricional (vitaminas, minerales, proteínas).
Esto es importante: No descuides ningún grupo alimenticio. Todos son valiosos. Las grasas, por ejemplo, son vitales por su enorme aporte energético y no pueden ser descartadas; dicho esto, no deben superar el 30% de la energía introducida. Las proteínas, por otro lado, ayudan a saciarnos, aportan sustancias necesarias para las funciones vitales, y cuidan nuestra masa muscular; estos nutrientes deberán aportar entre el 15-20% del aporte calórico.
Consume, siempre dentro de los límites recomendados, alimentos ricos en proteínas, grasas e hidratos de carbono. Las carnes magras, los pescados, los lácteos desnatados, las legumbres y el aceite de oliva son fuentes de estas sustancias que podemos incluir sin problema en la dieta.
Ya tenemos una idea de lo que podemos consumir como parte de nuestra dieta. Pero aún debemos conocer cómo consumirlos y en que momento hacerlo, así como los indicadores a los que debemos estar atentos para que nuestra dieta sea realmente efectiva. Aquí podrás encontrar varios consejos útiles para hacer una buena dieta hipocalórica.